lunes, octubre 09, 2006

Criptonomicón, de Neal Stephenson


Una mente brillante

Criptonomicón. El código Enigma, de Neal Stephenson. Buenos Aires, Ediciones B, 2002. 380 páginas.

La promocionan como la novela de culto de los hackers, pero su singular atractivo excede el interés de este grupo de lectores. Criptonomicón. El código Enigma, que integra una trilogía junto a El código Pontifex y El código Aretusa, no es una novela de ciencia ficción en términos estrictos aunque haya ganado los más importantes premios de este género. Es una novela en que la ciencia, la matemática más exactamente, está al servicio de la ficción. Y de una manera impecable. La criptografía, el arte de descifrar mensajes, y la informática, la red y la teoría de la información se cruzan en dos historias tan apasionantes, como exigentes y divertidas. Criptonomicón se desarrolla en dos épocas: la Segunda Guerra Mundial y fines de 2010. En 1942 Lawrence Waterhouse, genio matemático y capitán de la Marina de Estados Unidos, colabora con Alan Turing y especialistas británicos en el descriframiento de los códigos secretos de alemanes y japoneses. Setenta años más tarde, su nieto, Randy Waterhouse, brillante cripto-hacker, proyecta crear un paraíso de datos y el mayor exponente de la libertad informática: la Cripta. Con brillantez, Stephenson no sólo despliega los trajines vitales y matemáticos del abuelo Lawrence con Inglaterra en guerra como marco, sino que despliega historias paralelas que tienen a un puñado de marines como protagonistas; Silicon Valley, Filipinas, Internet y el poder de las infotecnologías son el escenario para que Randy, el nieto, vaya descrifrando su propio contexto y el de sus excéntricos socios entre Windows, Linux y los capitales chinos y japoneses. Si el manojo de historias que va hilvanando Stephenson resultan atrapantes es porque son literatura de la buena. El humor, sea bajo la forma de sátira o desde la ironía más corrosiva, atraviesa la trilogía de Criptonomicón en un flujo constante de inteligencia verbal.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

La novia oscura, de Laura Restrepo


El resplandor de la piel

La novia oscura, de Laura Restrepo. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 452 páginas.

La novia oscura, de 1999 y reeditada ahora por Alfaguara, comenzó como investigación en la ciudad de Tora y en La Catunga, su barrio de prostitutas, que florecía en los ’60 en lo más salvaje de la selva gracias a los cuatrocientos obreros del cercano Pozo 26 de la empresa norteamericana Tropical Oil, a quienes les brindaban comida, amor, fiesta y alcohol. La autora cuenta la historia del pueblo y de sus protagonistas a través de entrevistas que inserta en la novela como textos literarios y los datos históricos, políticos y sociales pasan a convertirse en detalles, odios, amores o malos recuerdos en la boca de los personajes que van así narrándose a sí mismos. Todos ellos hablan de la Sayonara, la protagonista de la novela, “la reina de los catres crujientes”, “la novia de los petroleros” y de cómo llegó al pueblo, se convirtió en prostituta, se enamoró, se desencantó y desapareció. Restrepo, autora también de las excelentes novelas La isla de la pasión, Leopardo al sol, Dulce compañía y Delirio (Premio Alfaguara de Novela 2004) narra con habilidad, sencillez, respeto y, con buena literatura, hilvana las aventuras de Sayonara y de sus amigas participando de la novela como un personaje más porque cuenta cómo interactúa con ellos. Con una obvia atracción por la cultura popular que se manifiesta en la oralidad sostenida, va desgranando la historia de ese pueblo y su gente con solapada rabia ante las diferencias sociales sumándole un evidente buen humor y el constante contoneo de bolero. La novia oscura revela los desasosiegos y contradicciones de cualquier lugar del mundo donde la hipocresía es tan fuerte como el hambre.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Retrato de un hombre desnudo, de Juan Cruz Ruiz


La belleza de la memoria


Retrato de un hombre desnudo, de Juan Cruz Ruiz. Buenos Aires, Alfaguara, 320 páginas.

Juan Cruz Ruiz (Tenerife, 1948) es más conocido en Argentina por su labor como periodista del diario El País de Madrid –en el que hoy es adjunto de la dirección–, o como editor y luego director de editorial Alfaguara, que como escritor. Sin embargo, es autor de una obra muy personal que rezuma literatura. Y no porque se adentre en el territorio de la ficción, sino porque ha sabido combinar la certera mirada del periodista y las aventuras de la amistad del reconocido editor con la del hombre común. Retrato de un hombre desnudo es un relato autobiográfico que muestra la imagen privada de un hombre público. Con buena prosa, Juan Cruz Ruiz va “pintando” sin tregua la soledad básica que lo recorta y lo define al mismo tiempo en medio del ruido del mundo (aviones, conferencias, trabajo, libros). Siempre con el mar como paisaje interior y exterior de fondo, Cruz Ruiz reflexiona por escrito acerca de su vida, sus amigos, sus elecciones, sus pequeñas traiciones. Y sobre la muerte.Delicado y profundo, con pena pero también con cierta alegría comprensiva, Cruz Ruiz escribe sobre qué vivió ante la muerte de Dulce Chacón, Manuel Vázquez Montalbán o Juan Carlos Onetti. También describe encuentros con Carlos Fuentes, Eliseo Alberto y Fernando Vallejo, entre otros, y evoca, a la luz de cientos de hermosas excusas, a Juan Rulfo, Antonio Muñoz Molina, Guillermo Cabrera Infante, Fernando Pessoa, Juan Ramón Jiménez, Julio Cortazár y Jorge Luis Borges. Es un escritor rodeado por escritores y no puede ni quiere obviarlos. Forman parte de su retrato. Juan Cruz Ruiz entrega un libro amable, donde la memoria, la inquietud ante la vida y el amor por la literatura se hacen una sola entrega.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Cambio de armas, de Luisa Valenzuela

El disparo del cuerpo

Cambio de armas
, de Luisa Valenzuela. Buenos Aires, Norma, 2004. 196 páginas.


Dueña de una intensidad narrativa notable, la reconocida escritora argentina Luisa Valenzuela destaca en los cinco cuentos que componen Cambio de armas por la combinación de tres elementos: la habilidad para traducir la psicología femenina, los miedos y felicidades que interactúan en el acto sexual y la violencia psicológica además de la física que la dictadura ejerció en los argentinos. Valenzuela es una narradora eficaz que cierra sus cuentos con fulminantes finales abiertos.


(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

El turno del escriba, de Graciela Montes y Ema Wolf


El escritor escrito

El turno del escriba,
de Graciela Montes y Ema Wolf. Buenos Aires, Alfaguara, 2005. 260 páginas.


Graciela Montes y Ema Wolf, las argentinas ganadoras del Premio Alfaguara de Novela 2005, han logrado un libro excepcional. Con una prosa impecable y un trabajo de contextualización sociopolítica digno de Marguerite Yourcenar, crearon una novela histórica rigurosa, atractiva y divertida como pocas en la actual literatura argentina. El turno del escriba es, justamente, el turno de Rustichello de Pisa, el maestro calígrafo que tuvo la genial idea de poner por escrito las memorias de los viajes del veneciano Marco Polo, creando el Libro de las maravillas del mundo, una de las obras fundadoras de la literatura de viajes. Rustichello y Polo coinciden en una celda de Génova en 1298. A partir de entonces la vida de ambos cambiará: la de Polo por rememorar y la de Rustichello por escribir, no ya copiando documentos, sino por crear, por sentirse escritor y no escriba. La novela de Montes y Wolf resulta así un apasionante estudio de los avatares de la condición de ser autor.


(C) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Los miserables, de Victor Hugo


La marca del genio

Los miserables,
de Victor Hugo. Buenos Aires, Suma de Letras, 2005. 967 páginas. Vol.1.


Cuando un libro atraviesa los años y sigue iluminando a sus lectores, estamos frente a un clásico. Los miserables, de Victor Hugo, el lúcido escritor francés (Besançon, 1802-París, 1885) es uno de ellos. A la inolvidable historia de Jean Valjean -un hombre condenado por un pequeño hurto, convertido luego en eterno prófugo- se le suma la prosa "oceánica" de Hugo. A lo largo de las más de 2.000 páginas de esta reedición en dos tomos de Suma de Letras, el narrador yuxtapone a la historia de Valjean no sólo grandes momentos de la vida política europea, sino agudas reflexiones sobre la naturaleza humana y sabias descripciones de la cotidianidad francesa a lo largo de los casi 40 años en los que se desarrolla la novela. Una obra maestra de la literatura del siglo XIX.

(C) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

El libro de las mujeres, de Ana María Shua


Mujeres al borde

El libro de las mujeres
, de Ana María Shua. Buenos Aires, Alfaguara, 2005. 531 páginas.


En el mismo registro que sus compilaciones anteriores -El libro de los pecados, los vicios y las virtudes y El libro del ingenio y la sabiduría-, en esta ocasión Ana María Shua, ofrece El libro de las mujeres. La antologadora busca en la tradición oral, en la literatura anónima, en los relatos populares y en cuentos de todos las culturas, textos breves o fragmentos que tengan por protagonista a la mujer. Así, pasan todos los arquetipos y estereotipos femeninos que han dado tanto la imaginación popular como los prejuicios masculinos, la censura religiosa y la idealización literaria. La diabólica, la madre, la excepcional, la mandona, la sumisa, la fiel y la infiel, la indiscreta y la charlatana, la inteligente y científica, la virtuosa y discreta, la valiente y heroica, la que sufre violencia doméstica. Todos los aspectos de la naturaleza femenina tal como se han leído a lo largo de la historia, son ilustrados con buenos textos, buen humor y no pocas denuncias.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

lunes, septiembre 25, 2006

Las películas de mi vida, de Alberto Fuguet


La vida desde una butaca


Las películas de mi vida
, de Alberto Fuguet. Santiago de Chile, Alfaguara, 2004. 386 páginas.


Con precisión, el chileno Alberto Fuguet insiste en Las películas de mi vida en lo que ya, después de un libro de cuentos y tres novelas, son sus obsesiones: el cine, las relaciones familiares, la búsqueda de sentido. En primera persona, con metatextos intercalados (curriculum vitae, textos de e-mails, fichas de películas y cronogramas de viaje), esta novela tiene como protagonista a Beltrán Soler, un sismólogo obsesivo compulsivo que, en vuelo desde Santiago a Japón, pierde la combinación en Los Angeles. Una conversación telefónica con su hermana, un diálogo casual en el avión sobre viejas películas y un temblor que remece California provocan en Beltrán tal estremecimiento que lo obliga a abandonar sus planes inmediatos y a rebobinar toda su vida. Una lista de 50 películas, desde la primera que vio cuando era niño (La leona de dos mundos, en 1966) hasta la juventud (Una mujer descasada, en 1988), pasando por clásicos como Terremoto, Aeropuerto 77 o Encuentros cercanos del tercer tipo, le sirve al protagonista para relatar/se y de paso hacer un poco de crítica de cine. Lo interesante de la novela es que Fuguet se permite la autorreferencialidad, y lo hace bien, al permitir que la biografía de Beltrán coincida en buena parte con la suya: la Los Angeles de la infancia, el inglés, el descubrimiento del cine, el Chile remoto, el regreso familiar a Santiago, la dictadura de Pinochet, el aprender a hablar castellano, la escuela. Fuguet hace que su protagonista recuerde en estéreo a Los Angeles y a Santiago, a sus familias materna y paterna, a su infancia de allá y su adolescencia de acá. Con continuos play backs y diálogos de guión, Las películas... resulta divertida y abierta a múltiples lecturas.


(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

El Urogallo, de Michel Tournier


Las crueles delicias del amor


El Urogallo
, de Michel Tournier. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 352 páginas
.

Además de ser una codiciada presa de caza, el urogallo –ave que da nombre a esta serie de cuentos de Michel Tournier– es una suerte de sinónimo con plumas del típico supermacho latino.

Publicados originalmente en 1978 y editada en Argentina por Alfaguara, todos los cuentos de El Urogallo están atravesados por un sutil y despiadado erotismo que muestran las diversas máscaras, rituales y palabras que adoptan hombres y mujeres para amar y ser amados. El celebrado Michel Tournier (París, 1924), experto en el arte de desentrañar las paradojas y contradicciones del amor, indaga en estos cuentos la naturaleza de la pulsión amatoria, la necesidad del reconocimiento por parte del otro, en distintas situaciones y a distintas edades, con una escritura tan atractiva como punzante. Entre los textos de El Urogallo destaca "Amandine o los dos jardines", un relato iniciático, en el que una nena de 10 años descubre los conceptos de orden y desorden, de doméstico y salvaje y la sexualidad a través de la relación con sus gatos. Escrito en primera persona a la manera de un diario, el autor, con enorme sutileza y sirviéndose de un arsenal simbólico, descorre el velo ante un tema censurado como es la sexualidad de los preadolescentes. Otro cuento notable es "Los sudarios de Verónica", en el que una fotógrafa, en su afán de apoderarse a través de su cámara de los juegos de la luz sobre la piel de sus modelos, termina desbordándose a sí misma, matando a su objeto del deseo y perdiendo su alma. Narrado en tercera persona, rozando lo grotesco sin tocarlo, Tournier ofrece además brillantes reflexiones sobre la fotografía. "La muchacha y la muerte", "El fetichista" y "Tristan Vox" son también relatos notabilísimos. "El Urogallo", cuento que da título al volumen, es una obra maestra. Un barón, casado con una gran dama, un viejo gallo macerado en batallas de alcobas ajenas, asiste sin resignarse a la decadencia de su virilidad. Atrapado entre una amante de emergencia para su última aventura amorosa y la inteligente venganza de su esposa por tantos años de infidelidad, lo harán ver su vida bajo una nueva perspectiva. Simplemente, notable.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Las aventuras del caballero Kosmas, de Joan Perucho


Fantasía en castellano


Las aventuras del caballero Kosmas, de Joan Perucho. Barcelona, Edhasa, 2003. 249 páginas.

Joan Perucho (Barcelona, 1920-2002), maestro de la literatura fantástica española, es autor de una de las obras más insólitas de las últimas décadas. Traducido a más de 25 idiomas y comparado con Italo Calvino, Jorge Luis Borges, Lewis Carroll o Alvaro Cunqueiro, el escritor, poeta y juez falleció en octubre de 2002. Meses antes, Edhasa había comenzado a reeditar en castellano sus novelas y ensayos, por las cuales Perucho había recibido ese mismo año el Premio Nacional de las Letras Españolas al conjunto de su obra, entre otras importantes distinciones.
Seguidor confeso de Apollinaire, Aleixandre y Ramón Llull, desde sus primeros libros Joan Perucho (o Juan, pues se consideraba un escritor bilingüe y firmaba de ambos modos) apostó por un tipo de literatura caracterizada por la imaginación, la fantasía, el humor y el lirismo.
De allí, que Perucho afirmara siempre que, por encima de todo, se sentía poeta. Esa magia se traslada a sus novelas como Libro de caballerías (1957) e Historias naturales (1960). Ambas representaron raras joyas en medio del panorama literario español dominado por el más romo realismo social. En años posteriores, se añadiría Las aventuras del caballero Kosmas (1981), novela bizantina, por la cual recibió el Premio Nacional de la Crítica.
En su universo fantástico desfilan presencias inquietantes, figuras huidizas y pasajes que emergen de los sueños. Las aventuras del caballero Kosmas alucinante relato de un viajero bizantino acompañado por un autómata de su creación y de varios santos célebres es una pieza en la que la erudición y la fantasía, la ficción y la realidad se mezclan de manera originalísima en la búsqueda de la disolución de las fronteras entre los géneros.
Ante tanta literatura fantástica predominantemente anglosajona, la propuesta de Perucho resulta sorprendente y exquisita.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Los animales salvajes, de Griselda Gambaro


Más que humanos


Los animales salvajes, de Griselda Gambaro. Buenos Aires, Norma, 2006. 160 páginas

Griselda Gambaro acaba de publicar Los animales salvajes, un libro de relatos en los que se sirve del significado simbólico de las especies.


Libro a libro, Griselda Gambaro confirma una y otra vez por qué es una de las escritoras argentinas contemporáneas más interesantes.No sólo se trata de su notable manejo del lenguaje, sino de su capacidad para extraer de la anécdota más nimia una historia atractiva, original, despiadada y siempre denunciante. En Los animales salvajes la autora se sirve las figuras de animales -el rinoceronte, el tigre, el cocodrilo, la jirafas, las moscas, las águilas, entre muchos otros-, para reelaborar a la manera de fábulas sus constantes preocupaciones vitales y estéticas: la exploración de los bordes del alma, de los suburbios de las ciudades, de los límites culturales, de las prolongaciones del amor, de la categoría extraterritorial de la escritura, del poder salvador de la poesía y la resistencia a todo tipo de censura que represente falta de libertad. La notable narradora y dramaturga argentina vuelve en estos relatos a sus complejos personajes en los que la marginalidad, la pobreza, la violencia, los prejuicios y la crueldad de las condiciones en las que deben vivir son una cárcel mental de la que sólo pueden escapar a través de los sueños. O de la fábula. Gambaro le dio batalla a la ignorancia de los censores con la mejor literatura. Su novela Dios no nos quiere contentos es una prueba de ello. Los animales salvajes también. Porque el hecho de servirse de los significados simbólicos que entraña la figura de uno u otro animal le sirve a Gambaro para insistir -siempre buscando una fórmula nueva- tanto en los secretos del territorio de la palabra como de sus más constantes preocupaciones: la miseria, el desamparo, la falta de sentido de la injusticia, el miedo ante la inminencia de la muerte, la fuerza de la generosidad y de las acciones conjuntas. Estos animales, transfigurados en humanos, hablan de la soledad, de la melancolía, de la violencia, de la imperiosa necesidad de belleza. Sin rendirle tributo a ningún animal en particular, lo que logra Gambaro a través de estas mistificaciones es denunciar todo el abanico de las conductas humanas. Con poesía, con magia, con ironía.

(C) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Donde yo no estaba, de Marcelo Cohen


Marcelo Cohen impone su estilo innovador

Donde yo no estaba, Marcelo Cohen. Buenos Aires, Norna, 2006.
726 páginas.

En Donde yo no estaba, su última novela, analiza desde la ciencia ficción los problemas sociopolíticos de un país que podría ser el nuestro.
Marcelo Cohen no deja de sorprender libro a libro. Y no sólo por la excelencia de su prosa y de sus cualidades narrativas, sino por la perfección de su plan estético. Cohen (Buenos Aires, 1951) es uno de los grandes escritores de ciencia ficción en castellano y uno de los más inquietantes renovadores del género. A través de su obra –El sitio de Kelany, El testamento de O’Jaral, El oído absoluto, Hombres amables y Los acuáticos, entre otros títulos–, Cohen ha ido construyendo un mundo narrativo cerrado, enmarcado en una atopía que, sin embargo, nos resulta molestamente familiar. Al mismo tiempo, su prosa –en consonancia con este plan de ubicar sus cuentos y novelas en lugares imaginarios y en tiempos levemente desplazados a un futuro posible– también rebosa de un vocabulario en el que conviven exquisitos arcaísmos y neologismos del castellano en una redacción límpida y, literalmente, encantadora. Este encanto se transmite a los motivos y temas de su exploración literaria: la ciencia ficción de Cohen es una proyección de los problemas humanos (domésticos, existenciales, religiosos, estéticos, administrativos, familiares, afectivos) de una persona cualquiera. En Cohen la presencia del ingrediente tecnológico y científico es mínimo; su ciencia ficción es sociopolítica. En su última y monumental novela, Donde yo no estaba, el protagonista, Aliano D’Evanderey, es un comerciante al por mayor de lencería, padre de dos hijos adolescentes y esposo de una curadora de un museo. Un día le diagnostican un tumor maligno en el cerebro y las cosas empiezan a cambiar. Narrada en primera persona, a la manera de un diario personal, la acción avanza, se detiene y vuelve a avanzar a grandes pasos ideológicos, porque Aliano se ve envuelto en los conflictos de la política de la Democracia Gentil, de la religión del Pensar y la vieja creencia del Dios Solo, de las crisis económicas, de la adicción a la Panconciencia, de la tentación de la droga Todolvide y de los avatares del trimonio (el matrimonio de tres). Pleno de poesía e imaginación, Cohen propone otra literatura. Una literatura que ve, cuenta y señala desde un rico desplazamiento formal los conflictos humanos de siempre.

(C) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Escritos imprudentes II, de José Pablo Feinmann


Acerca de la identidad nacional


Escritos imprudentes II. Argentina, América Latina y el imperio global,
de José Pablo Feinmann. Buenos Aires, Norma, 2005. 435 páginas.

Para muchos, Feinmann es un intelectual irregular en cuanto a sus análisis parciales de la realidad. Para otros, es una mente brillante que baja línea con solvencia y no menos elegancia de la cual se puede aprender a abordar un mismo tema desde varios puntos de vista. Y para otros es un interlocutor que no le teme a la polémica y que no se amilana frente a ningún desafío. En esta nueva entrega de sus
Escritos imprudentes, José Pablo Feinmann (Buenos Aires, 1943) se concentra en los temas y problemas urgentes de nuestro país y de América Latina. Así, Kirchner, la crisis, el desempleo, la deuda externa, la inseguridad, Blumberg, el desmantelamiento de la ESMA, Lula Da Silva, Chávez, la pervivencia de la figura del Che Guevara, Toni Negri, entre otros temas y figuras son tomados por el ensayista para formular hipótesis sobre el nuevo peronismo y refrendar la “nueva política” del presidente Kirchner. Feinmann tampoco deja de lado discusiones filosóficas fundamentales en torno de autores como Kant, Hegel, Sartre y Voltaire, ni reflexiones sobre íconos del cine de Hollywood como Superman o Shrek. El primer tomo de Escritos imprudentes revisaba los contenidos sociales y políticos de los últimos quince años. Ahora Feinmann se lanza sobre los últimos tres años de la Argentina a través de ensayos y artículos publicados en distintos medios gráficos desde 2002 hasta hoy. Polémicos pero nutritivos, estos Escritos imprudentes consiguen lo que quieren: hacer pensar.

(C) Patricia Rodón Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

El caos, de Juan Rodolfo Wilcock


Profunda inquietud

El caos, de Juan Rodolfo Wilcock. Buenos Aires, Sudamericana, 2004. 260 páginas.

J.R. Wilcock (1919-1978) es uno de los escritores argentinos que hicieron de la inquietud y de la provocación un estilo vital.

Sus seductoramente extrañas narraciones están atravesadas por la deformidad en cualquiera de sus manifestaciones: desde lo aparencial y físico de una situación o de un personaje a la compleja textura de una mente alucinada, “extraviada” en un mundo paralelo. Todas sus obras indagan en el concepto de lo monstruoso en su sentido etimológico: “monstruo” significa “advertencia”. Wilcock investiga cómo esos seres hablan desde una realidad fantástica para delatar enfermedades sociales de ésta. La reedición que editorial Sudamericana está realizando de sus obras resulta más que necesaria. Así, El caos, publicado originalmente en 1974 en la colección El Espejo –que dirigía entonces Enrique Pezzoni—, permite redescubrir a un Wilcock complejo pero clarísimo en esta búsqueda por contraste de la verdadera naturaleza humana. Afirmaciones como “la tendencia natural de las cosas es el desorden” o “nadie puede soportar demasiada realidad” salen de la boca de los personajes de los cuentos de El caos. En “Los donguis”, uno de los cuentos, construye una inquietante evocación de la ciudad de Mendoza y de la cordillera, cuya lectura se convierte en puro placer.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

sábado, agosto 12, 2006

El inútil de la familia, de Jorge Edwards


Todo un personaje

El inútil de la familia, de Jorge Edwards. Buenos Aires, Alfaguara, 2004. 358 páginas.

Con El inútil de la familia el chileno Jorge Edwards demuestra una vez más por qué es uno de los grandes escritores contemporáneos. El Premio Cervantes 1999 despliega en El inútil de la familia su poderoso arsenal literario y compone una de las novelas más logradas de los últimos tiempos.
En una original simbiosis con su personaje, Joaquín Edwards Bello, su tío en la vida real, el narrador va desgranando simultáneamente las andanzas de su pariente, la dinámica vital de los paisajes de Valparaíso, Santiago, París y Madrid entre finales del siglo XIX y mediados del XX, con sus propias anécdotas y recuerdos personales.
Joaquín Edwards Bello fue, efectivamente un verdadero personaje literario, que mucho antes de morir ya era una leyenda. Nació en Valparaíso en 1887 y falleció en Santiago en 1968; era bisnieto del célebre Andrés Bello, el bisabuelo de piedra, y ejerció sin límites el juego y las apuestas, la novela ad hoc, el periodismo crítico. Su vida, rocambolesca y excéntrica, habitada por casi toda la vanguardia estética europea y sudamericana (desde Tristán Tzara hasta Pablo de Rokha), contada por su sobrino Jorge Edwards, resulta una novela apasionante y un juego de amor y humor.

(C) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

En la zona, de Juan José Saer

El arte de narrar

En la zona, de Juan José Saer. Buenos Aires, Seix Barral, 2003. 179 páginas.

Suele repetirse que en todo primer trabajo de un escritor ya está perfilado todo lo que vendrá después, que en toda primera obra ya se encuentran los temas, tonos, climas, personajes y modos narrativos que construirán la identidad literaria del autor.
Y esta afirmación es más que precisa para En la zona, de Juan José Saer, su primer libro de cuentos. Publicado originalmente en 1960 y sólo reeditado por Seix Barral en 2003, el volumen resulta una verdadera golosina para los lectores que ya han transitado la obra de uno de los mejores escritores latinoamericanos de los últimos tiempos.
Saer, nacido en Santa Fe en 1937, murió el año pasado en París donde residía desde 1968. Narrador, poeta y ensayista creó una obra originalísima, compleja y vasta, en busca del otro lado de la literatura. Experimentación realista, rupturas neorrománticas, nuevos órdenes discursivos, pregnancia lírica, intertextualidad y reflexión constante parecen ser los motores creativos de este escritor monumental.
En los catorce cuentos de En la zona estos ingredientes van modulando, a través de personajes rotundos y de una prosa atrapante, los mundos en los que Saer vive su particular arte de narrar: los bordes de lo que dice, las zonas del alma que no se pueden tocar.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Los jefes, de Mario Vargas Llosa


El gran comienzo


Los jefes, de Mario Vargas Llosa. Buenos Aires, Alfaguara, 2005. 133 páginas

Los jefes es el único libro de cuentos de Mario Vargas Llosa. Publicado por primera vez en 1959 gracias a un pequeño concurso literario, fue el primer paso de quien se convertiría en uno de los grandes narradores contemporáneos. Casi cincuenta años después, los seis relatos que integran el volumen se sostienen por peso propio. En ellos se esbozan los temas y motivos que después Vargas Llosa desarrollará en sus novelas: las desigualdades sociales y raciales, los oscuros caminos de la construcción de poder y los misterios desesperados la sexualidad. Desde el paisaje político y social peruano, este primer Vargas Llosa asume el registro del naturalismo costumbrista para denunciar rivalidades, venganzas y odios ancestrales, pero sin explicar su porqué.
La violencia física y psíquica explícitas y el espacio urbano de los cuentos permiten descubrir también atisbos de lo que desarrollará más tarde en La ciudad y los perros, Conversación en la Catedral o La fiesta del Chivo. La singularidad de Los jefes no radica sólo en su condición de solitarios cuentos en la obra de Vargas Llosa, sino en reconocerlo como la primera gran obra de un gran escritor.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

sábado, julio 29, 2006

Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa


Vargas Llosa se luce otra vez

Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 375 páginas.

En Travesuras de la niña mala, el escritor peruano relata una extraña y compleja historia de amor, manejando con maestría la prosa, el humor y la psicología.


En el mejor registro de sus primeras novelas, Mario Vargas Llosa “retoma” en
Travesuras de la niña mala su lacerante sentido del humor y sus despiadados retratos de la historia social, política y económica de Perú con una prosa tan atractiva como impecable. También regresa a sus “antihéroes”, al estilo de Pantaleón, el de las visitadoras, o el escribidor de la tía Julia. Personajes que, a propósito, rozan el estereotipo y la caricatura, pero que Vargas Llosa “salva” gracias a un estricto y complejo plan narrativo que los va matizando y haciendo evolucionar a través de la novela por medio de sutiles detalles. Recientemente publicada por Alfaguara, Travesuras de la niña mala cuenta una extraña historia de amor que comienza en los años ’50 del siglo XX. El amor irracional que siente Ricardo Somocurcio a lo largo de más de 40 años por una mujer que tendrá varios nombres y mil caras. Ricardo, de niño, se deslumbra con la llegada a su barrio de clase media de una niña llamada Lily, que decía ser chilena. Intenta ser su enamorado, pero ella lo rechaza sin descartarlo del todo. Hasta el día que se produce una catástrofe: se descubre la verdadera identidad de Lily y esta desaparece del barrio. El recuerdo de esta niña acompañará a Ricardito -siempre ella lo llamará con este diminutivo, en una mezcla de cariño y desprecio- como una enfermedad crónica. Hábil con los idiomas y estudiando en París, el único lugar del mundo en el que este “peruanito” quería vivir, Ricardo se especializa en el traductorado. Han pasado los años y la revolución cubana está en su clímax. En la capital francesa un grupo de revolucionarios sueña con concretar lo mismo en Perú, en tanto reclutan a jóvenes disconformes y los envían, en secreto a recibir entrenamiento en Cuba. Por casualidad, Ricardo vuelve a encontrarse con Lily, quien ya se no se llama así, sino que lleva un nombre de guerra, camarada Arlette. Rendido ante ella, víctima del incesante e histérico coqueteo de la “niña mala”, le pide que se case con él, pero ella vuelve a rechazarlo. Esta situación, estos encuentros/desencuentros, esta dependencia amorosa de Ricardito, al que ella llama “niño bueno”, se repetirán una y otra vez a lo largo del tiempo. En París, en Londres, en Tokio, en Madrid, ella cada vez con un nombre distinto pero con el mismo caprichoso comportamiento para con su devoto amante. Convertida en su obsesión, él la perseguirá, querrá morir, querrá hasta matar por la camaleónica “niña mala”, mezcla de huerfanita perdida y femme fatale. En tanto cuenta esta historia de amor, Vargas Llosa describe las épocas y los lugares en los que tienen lugar los romances y los abandonos de la pareja. Así, repasa los 50 últimos años, tanto de la historia peruana como de los grandes hitos políticos y sociales de Europa. Sobre todo se detiene en la vida que los emigrados, los “expulsados” de Perú llevan en los países en los que tratan de inventar un futuro. Llena de acción, Travesuras de la niña mala resulta una novela tan entretenida como inquietante.

(c) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Ficciones del interludio, de Fernando Pessoa


El placer de buscar

Ficciones del interludio, de Fernando Pessoa. Buenos Aires, Emecé, 2004. 509 páginas.

“No soy yo quien describe. Soy el lienzo/ Y, oculta, una mano colorea a alguien en mí”, dice en un poema el enorme poeta portugués Fernando Pessoa. Y efectivamente, Pessoa es quien creó otras voces y otros poetas de sí mismo porque necesitaba identidades literarias diferentes para abordar ciertos temas desde otras almas. Para Pessoa, sus heterónimos -Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Alvaro de Campos y Bernardo Soares- son sencillamente otros modos de ser. Ficciones del interludio (1914-1935) es una antología personal, preparada por el propio Pessoa para su publicación, y reúne lo que él consideró los mejores poemas de sus heterónimos y de sí mismo. En esta hermosa edición bilingüe, traducida por Santiago Kovadloff, los placeres de las búsquedas líricas de Pessoa se amplifican hasta la emoción por la sensación de compartir y cruzar con el poeta y sus yoes el umbral afónico de la poesía.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO de Mendoza

El matrimonio amateur, de Anne Tyler


Historia de un amor batallado


El matrimonio amateur, de Anne Tyler. Buenos Aires, Alfaguara, 2005. 419 páginas.

Anne Tyler es una de las grandes narradoras estadounidenses contemporáneas. Autora de una veintena de novelas, su secreto reside en la maestría con que relata las historias más cotidianas, las cosas que le pasan a la gente común, transformando una anécdota en una pieza maestra de la observación. En El matrimonio amateur, Tyler cuenta la compleja relación marital de una pareja como cualquier otra y las consecuencias de ese vínculo a lo largo de tres generaciones. Pauline y Michael se conocen, se enamoran en 1941, poco después del ataque a Pearl Harbor, y se casan. Ella es optimista, voluntariosa, temperamental y divertida. El es más realista, rutinario, prudente y aburrido. Esas diferencias harán de su matrimonio una constante batalla donde los gritos, las recriminaciones, las peleas y sus respectivos arrepentimientos y reencuentros describen la misteriosa hipérbole del amor. En este clima de hostilidad, dependencia y profundo afecto la pareja tiene tres hijos que aprenden, en distintos grados, a diferenciarse de sus padres para no repetir sus errores. Esos hijos, sin embargo, repiten los modelos, aman, cometen sus propios errores y tienen a sus propios hijos. El matrimonio amateur en realidad, como indica el mismo título, cuenta la historia de cualquier matrimonio que va descubriendo que el amor no dura para siempre y que sostener una pareja implica “negociar” constantemente. Heredera de la más pura tradición realista norteamericana, Tyler destaca por la limpia precisión de su prosa sin pretensiones, por su destazante mirada sobre las relaciones humanas y por su exquisita observación sobre el universo de lo íntimo.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO de Mendoza

viernes, julio 28, 2006

Piercing, de Viviana Lysyj

Mujeres y espejos

Piercing, de Viviana Lysyj. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 211 páginas.

En su primera novela, la narradora argentina Viviana Lysyj intenta, con buenas ideas y buena prosa, retratar el universo femenino -y argentino- de un grupo de mujeres que van desde los 12 a los 40 años.
Piercing relata con un gran sentido del humor y fuertes dosis de ironía. Lysyj se adentra en la vida de tres hermanas que, hijos, maridos y novios mediante, van inventándose todos los días.
Lysyj se sirve de la diferencia generacional para poner en primer plano las dificultades que cada etapa de la vida depara a las mujeres. Los complejos y no poco dolorosos tránsitos de la niñez a la adolescencia y luego a la juventud de las mujeres son los que resultan mejor logrados desde el punto de vista narrativo. Impecable e implacable, la autora destaza lo intraducible de la psicología femenina: las relaciones afectivas, el deseo, el primer amor, el ejercicio del sexo, los cansancios del matrimonio, los desencuentros de pareja, los anhelos por una vida completa en lo afectivo, en lo familiar, en lo profesional. Y para ser su primera novela, lo hace bien.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO de Mendoza

Voces del desierto, de Nélida Piñon


Una larga noche

Voces del desierto, de Nélida Piñon. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 312 páginas.

Maestra de la sutileza y de la insinuación, la escritora brasileña Nélida Piñon crea en Voces del desierto un mundo tan complejo como rico en exotismo.
La premio Príncipe de Asturias 2005 reelabora la línea argumental del clásico Las mil y una noches, pero desde el punto de vista de Scherezade y de su hermana, las verdaderas heroínas de la historia principal.
Piñon, con un sabio manejo del erotismo, relata por qué Scherezade, la hija del visir, decide casarse con el sanguinario sultán quien, en venganza ante la traición de su esposa, desposaba todos los días a una doncella y todos los amaneceres la mandaba a matar. Sólo Scherezade, gracias a su excepcional talento narrativo, logra seducir intelectualmente al sultán y atraparlo en sus historias. Aquí, Piñon se pone en el cuerpo y en la mente de Scherezade para describir sus intenciones, sus cansancios, su adicción a las buenas historias, su amor por la palabra.
Voces del desierto logra que los murmullos de alcoba alcancen una magnitud plural.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO de Mendoza

lunes, junio 19, 2006

Un mundo para Julius, de Alfredo Bryce Echenique


Una novela perfecta

Un mundo para Julius, de Alfredo Bryce Echenique. Buenos Aires, Planeta, 2005. 576 páginas.


Que la primera novela de un escritor logre impactar todos los sentidos del lector, convirtiendo la lectura en un deleite y una sorpresa al mismo tiempo, es un hecho excepcional.
Son pocos los autores que cimentan su carrera literaria, desde el inicio, sobre bases tan sólidas como lo hace el peruano Alfredo Bryce Echenique en Un mundo para Julius, justamente, su primera novela. Publicada en 1970 y narrada desde la perspectiva de un niño , Un mundo... va desgranando secretos, trampas, mezquindades, ambiciones, afectos y costumbres de la alta sociedad de Lima. Como un cirujano, Bryce relata el crecimiento del sensible Julius en medio de una familia adicta a los negocios, las modas, los cocteles, el golf y la falsa caridad de salón, y que ignora a sus criados tanto como a los resquicios de su propia conciencia. Bryce examina con ironía devastadora, con humor delicado, los vaivenes de los peruanos ricos y los contrasta con los temores y pudores de los peruanos pobres. Su prosa provocativa e innovadora y sus personajes brillantemente descriptos hacen de Un mundo para Julius una novela perfecta.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Tierra que anda, de Jorge Boccanera


Un país que expulsa


Tierra que anda
, de Jorge Boccanera. Buenos Aires, Ameghino, 2005. 316 páginas.

Exquisito, como siempre, el poeta y periodista Jorge Boccanera propone en Tierra que anda un tema difícil, doloroso pero absolutamente necesario: cómo grandes escritores argentinos vivieron el exilio durante la dictadura, incluido él mismo. En un plural y nutritivo mosaico logra trazar un mapa del exilio de las letras argentinas a través de entrevistas a Juan Gelman, Cristina Siscar, Tununa Mercado, Osvaldo Bayer, Héctor Tizón, Nicolás Casullo, David Viñas, Pedro Orgambide, entre otros. Con ensayos, cartas, cuentos y poemas de Daniel Moyano, Ariel Ferraro, Antonio Di Benedetto y Humberto Constantini, entre los más conmovedores, completa el arduo recorrido de los múltiples duelos de quienes escribieron y describieron la Argentina desde el lugar más caliente: el cuestionamiento. Los exiliados y más o menos regresados, pero siempre lúcidos, coinciden en que Argentina es un país que expulsa.

(c) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Lo irremediable, de Santiago Kovadloff


Edipo y Moisés


Lo irremediable, de Santiago Kovadloff. Buenos Aires, Emecé, 2005. 174 páginas.

Ensayista, poeta y traductor, Santiago Kovadloff (1942) es uno de los más notables intelectuales argentinos. Esta reedición de Lo irremediable. Moisés y el espíritu trágico del judaísmo, publicado inicialmente en 1996, permite comprobarlo. En este ensayo, Kovadloff se adentra en la lectura de la figura de Moisés: lo imaginario, lo simbólico, las representaciones estéticas, la utilización histórica de este personaje como construcción política de una comunidad, la judía, que necesitaba de la "existencia" de este profeta para darse una identidad. Con una prosa atractiva, el ensayista no aborda la existencia real o imaginaria de Moisés, sino que indaga en las zonas de convergencia entre lo griego y lo judío. Con la lectura de Hegel, Kierkegaard, Nietzsche, Kant, Cioran y Levinas, Kovadloff emparenta, con un enfoque muy original, las figuras de Edipo y de Moisés en un ejercicio intelectual estimulante.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Vieja escuela, de Tobias Wolff


La escritura como tema

Vieja escuela, de Tobias Wolff. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 264 páginas.

En Vieja escuela, el narrador norteamericano Tobias Wolff ofrece una notable novela donde aparecen como personajes los escritores Ernest Hemingway y Robert Frost.
Tobias Wolff tiene con qué defender el primerísimo lugar que ocupa en la actual narrativa norteamericana. Ganador del prestigioso Premio Pen/ Faulkner por la sostenida calidad de su obra, Wolff (Alabama, 1945) se apoya en material autobiográfico para componer novelas: La vida de este chico, En el ejército del faraón y ahora, Vieja escuela.
Publicada por Alfaguara, Vieja escuela no es tan buen libro como novela en sí, sino como una sucesión de escenas narradas con una prosa excepcional. Wolff se escapa de las reglas del género para contar la historia de un grupo de jóvenes que quieren ser escritores. Alumnos de una escuela que alienta tanto las actividades creativas como las deportivas, este puñado de chicos crece en torno del descubrimiento de la literatura y de la sorpresa ante la propia escritura. Wolff traza magníficos retratos de cada uno de estos jóvenes: sus dudas, pudores, vanidades, defensas inútiles de textos y fútiles veleidades frente a la página en blanco. También retrata a los profesores en sus nimiedades, grandezas, flaquezas y capacidad de entendimiento. La agudísima mirada con que destaca a sus personajes tiene, al mismo tiempo, el poder de acercarlos al lector de una manera única. Porque los verdaderos protagonistas de esta "novela" son la escritura y sus procesos, la literatura como una de las formas de la felicidad y los escritores como héroes malditos y grandes mentirosos nunca comprendidos. En Vieja escuela aparecen como personajes el poeta Robert Frost, Ernest Hemingway y Ayn Rand. Wolff los desarma con la agudísima descripción de sus movimientos, hábitos, tics y retóricas varias. Estos escritores/ personajes se mezclan con los jóvenes e intervienen en sus vidas de una manera especial: ya sea para influirlos como para desesperarlos. En estos pasajes Wolff despliega una prosa limpia pero esplendorosa, temible pero amable. Desde el mejor realismo norteamericano, Vieja escuela hace escuela en varios sentidos. La "novela" se construye con la suma de escenas que cuentan distintas historias siempre en torno de la literatura, admirablemente escritas.

(c) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

La leyenda de los Otori, de Lian Hearn


Una de aventuras


La leyenda de los Otori. El suelo del ruiseñor, de Lian Hearn. Buenos Aires, Suma de Letras, 2006.312 páginas.

Lian Hearn (seudónimo de la autora inglesa Gillian Rubinstein) ha logrado en El suelo del ruiseñor, primera entrega de La leyenda de los Otori, una atrapante novela de aventuras al mejor estilo de los clásicos.
Sin época ni lugar precisables, pero con claras referencias a la cultura japonesa medieval, la autora consigue atrapar al lector en una rápida sucesión de escenas llenas de acción, trampas y conjuros, sin olvidar el heroísmo de los personajes desarrollados en el misterio de un paisaje exótico.
Como Walter Scott con las andanzas de Ivanhoe, Emilio Salgari con el exotismo de indio de Sandokan, o Edgar Rice Burrougs con su Tarzán en la oscuridad de la selva africana, Hearn se adentra en las costumbres, rituales y códigos de honor japoneses en una prosa llena de virtudes y no pocos elementos mágicos.
El suelo del ruiseñor -primer volumen de la saga que continúa en Con la hierba de almohada y El brillo de la luna- cuenta la historia del joven Takeo, un adolescente que es rescatado de una matanza por Shigeru Otori, un gran caballero heredero de una dinastía que busca vengar varias muertes. Este guerrero adopta al joven, lo educa y descubre que Takeo cuenta con el privilegio de un aguzado oído que le permite escuchar hasta el más mínimo sonido, una destreza y agilidad de movimientos que por momentos lo vuelven invisible y una singular habilidad para la pintura.
En otro lugar, Kaede, una joven heredera de otro clan, secuestrada a los siete años como prenda de cambio y botín de guerra, va creciendo y convirtiéndose en una hermosa mujer por la cual los hombres pierden, literalmente, la cabeza. En un cruce del destino y de los caminos, Takeo y Kaede se enamoran en medio de una terrible puja de intereses que más tarde terminará en decenas de muertos y en una gran batalla.
El título del libro, El suelo del ruiseñor, se debe a un determinado tipo de piso de madera de laboriosa construcción que delataba hasta la caída de una hoja sobre sus tablas. Una suerte de sutil fortaleza, hecha de sonidos y silencios, que usaban los señores japones para defenderse de los posibles asesinos que sus enemigos enviaban para concretar sus venganzas. Este suelo es el que Takeo logra vencer para comenzar a pagar su deuda de honor con su padre adoptivo.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

El lápiz del carpintero, de Manuel Rivas


Para la libertad

El lápiz del carpintero, Manuel Rivas. Buenos Aires, Aguilar, 2006. 208 páginas.

El lápiz del carpintero
de Manuel Rivas ha sido, desde su primera edición en 1998, alabada tanto por la crítica especializada como por importantes escritores que han disfrutado de su lectura. Y en efecto, es una novela para disfrutar intensamente. No sólo por la historia que cuenta sino por cómo Rivas resuelve técnicamente la lucha entre dos personajes antagónicos.

Con la Guerra Civil Española como contexto, el médico republicano Daniel Da Barca, preso en las cárceles franquistas, y el obsesivo guardia civil Herbal, lleno de fantasmas y rencores, entrecruzan sus vidas en la prisión, el primero privado de libertad pero no de imaginación y fuerza, el segundo privado de amor y de alegría.
La cárcel es el eje de la narración en la que conviven presos memorables como el pintor que dibujó con un lápiz de carpintero el Pórtico de la Gloria, quien, después de ser asesinado por Herbal se "instala" en su cabeza como un fantasma para hacerle ver otros aspectos de su odiosa realidad.
Lo notable es cómo Rivas consigue que sea la voz del carcelero quien vaya desgranando la historia a una prostituta pero "interrumpido" por otras voves que, también en primera persona se ponen a hilvanar escenas sueltas de los dramas personales creados por las diferencias políticas, culturales y sociales del momento.
Impregnada de poesía, la novela rezuma de esa exquisita imaginación gallega que distingue inequívocamente a los autores de esta región de España.
Fue llevada al cine en 2004 con poca felicidad por Anton Reixa.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

jueves, junio 01, 2006

La hora azul, de Alonso Cueto


La literatura peruana se renueva

La hora azul, de Alonso Cueto. Buenos Aires, Anagrama, 2006. 303 páginas.

Alonso Cueto es uno de los más notables escritores peruanos contemporáneos. Su obra, La hora azul, obtuvo el Premio Herralde de Novela 2005. Y es que le sobran méritos. A diferencia de sus compatriotas Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique y Jaime Bayly, Cueto (Lima, 1954) desentraña en sus obras la clase media peruana pero desde un lugar completamente diferente. Mientras que Vargas Llosa, realismo mediante, la denuncia en su autoritaria hipocresía, Bryce la contempla no sin cierto tono nostálgico y Bayly la destaza con una ironía autocompasiva y burlonamente mediocre, Cueto se adentra en los secretos de las familias peruanas desde lo aparentemente banal aunque trascendente. Como Raymond Carver o como antes Henry James -con quienes Cueto dialoga estilísticamente-, el también autor de Grandes miradas sitúa a sus personajes en un contexto histórico y social determinados, al cual éstos se ven obligados o no a responder. La hora azul cuenta la historia de Adrián Ormache, un exitoso y correcto abogado limeño a quien sus padres, en el momento de morir, le legan tácitos mandatos: su padre, le habla de una mujer en un pueblo de la selva peruana; su madre, le deja una misteriosa carta que también remite a esa mujer. Preso de una curiosidad creciente, Adrián se pone a investigar. Su padre había sido oficial del ejército peruano durante la guerra con Sendero Luminoso. Por sus compañeros de armas, el abogado se entera de que su padre fue un prolijo asesino, torturador y violador de mujeres, a las que después entregaba a la tropa. Excepto a una, de la que se enamoró y con la que convivió en el cuartel de Ayacucho: Miriam. Ormache se obsesiona con esta mujer y emprende una minuciosa búsqueda a través de sobrevivientes y amigos para encontrarla. Cuando la halla, trabajando como peluquera en uno de los barrios más humildes de Lima, se repite la historia, ya que, como su padre, se enamora de Miriam. A través de ella, se entera de su huida del cuartel, embarazada y desesperada; de las matanzas indiscriminadas de los senderistas y de los militares, de los múltiples abusos de ambos bandos, de la densa tristeza del pueblo que padeció ambas violencias. Basada en un hecho real, Cueto desmenuza la década del '90 peruana sirviéndose de la historia de una familia que ha mantenido un terrible secreto de la misma manera que Perú minimizó oficialmente la sangre derramada durante su guerra civil. Al tiempo que Adrián Ormache se descubre a sí mismo, Perú se revela a los ojos del lector desde sus zonas más oscuras. Alonso Cueto cuenta en La hora azul la historia de dos amores: el de una mujer y el de una patria perdidos.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

miércoles, mayo 31, 2006

La posibilidad de una isla, de Michel Houellebecq


Pura inteligencia verbal

La posibilidad de una isla, de Michel Houellebecq. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 440 páginas.

Michel Houellebecq propone en su última novela, La posibilidad de una isla, una ficción científica que pone en jaque las certezas de la civilización y se pregunta por la vida eterna. Houellebecq es uno de los grandes escritores de la actualidad. Su talento literario excede ampliamente los límites de su Francia natal y de su idioma. Que sus novelas provoquen escándalos de distintas intensidades, pero siempre muy a la europea, no empalidece en absoluto el enorme, tramposo y bien urdido ardid que representa cada uno de sus textos. La aparición en 1998 de Las partículas elementales dio origen a una historia literaria y editorial asombrosa: lo que sería su marca de estilo -una irreverencia total y completa ante cada símbolo de la civilización occidental- provocó el "fenómeno Houellebecq". Sucede que al también autor de Plataforma (2002) no le importa absolutamente nada pero tiene una exquisita manera de escribirlo. En La posibilidad de una isla, su última novela, insiste en golpear sin piedad en el centro del sistema cultural "civilizado" desde una perspectiva no menos original que su despiadada inteligencia verbal. Aquí Houellebecq se sirve de elementos de la ciencia ficción metafísica, específicamente del concepto de distopía (véase James G. Ballard), para abordar temas filosóficos, sociales, políticos, científicos y destazar la naturaleza humana con un bisturí. La posibilidad de una isla cuenta la historia de Daniel, un cáustico humorista de gran éxito, que decide clonarse. Y son sus clones, Daniel1, Daniel24 y Daniel25 quienes, al tiempo que van relatando la vida de su antecesor a través de recuerdos parciales y de que éste se narre a sí mismo a través de las páginas del diario que sus clones leen, transmiten sus pensamientos y sentimientos personales. Con plena conciencia de ser clones, miembros aislados en una misteriosa red de replicantes, aislados del mundo exterior, conectados a través de computadoras con otros sobrevivientes de un supuesto holocausto que borró la civilización, estos Daniel van describiendo el mundo de un siglo XX decadente y viciado, pero sin embargo ansioso de amor mientras se pregunta por la vida eterna. Pero sobre el final aparece un problema: Houellebecq quiebra la verosimilitud de la estructura ficcional que ha sostenido durante toda la novela con un epílogo innecesario, inverosímil. Lo anterior es arduamente delicioso: como texto literario y como novela de ideas.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Malinche, de Laura Esquivel


Una mujer en llamas

Malinche
, de Laura Esquivel. Buenos Aires, Suma de Letras, 2006. 196 páginas.

La mexicana Laura Esquivel ha consolidado un estilo en el que poesía y prosa se conjugan en pos de una voz tan íntima como poderosa. En Malinche, su última novela, la autora de Como agua para chocolate, se pone en la piel de Malinalli, la mujer que actuó como intérprete entre los españoles y aztecas y que, por una compleja trama de situaciones terminó convirtiéndose en amante de Hernán Cortés. Más allá de las certidumbres históricas de la novela, Esquivel despliega para el lector un mundo completo: el de los aztecas antes de la llegada de los conquistadores. Sus hábitos y costumbres, sus creencias, su filosofía, sus ritos, escalas de valores y sus jerarquías sociales son traducidos en una prosa cautivante. A través de la voz de un narrador omnisciente, Esquivel reconstruye, entre la ficción y la historia, la dolorosa vida de Malinalli, conocida como Malinche. El personaje es presentado en su dimensión humana, es decir, en sus múltiples filiaciones con su tiempo, su pueblo, su dios y su paisaje. La autora reflexiona, a través de la vida de Malinche, sobre la condición femenina con una amplitud y profundidad que excede ampliamente el marco de esta novela. Demonizada por unos, admirada por otros, Malinche es vista desde un lugar nuevo, original, poderoso y lleno de belleza.

(c) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Las intermitencias de la muerte, de José Saramago


Interesante y punto

Las intermitencias de la muerte, de José Saramago. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 280 páginas.

No todas las novelas de un Nobel tienen que ser buenas. Las intermitencias de la muerte, del brillante Saramago de El memorial del convento, deja que desear. Aunque la idea sobre la que gira, la inmortalidad, no es nueva, su reelaboración es original: el que la muerte, un día, deja de trabajar. El problema es que el autor vuelve sobre sus conocidos recursos: la alegoría y el tomar de la literatura fantástica la puesta en marcha y los modos de ejecución de la esa alegoría. Este procedimiento se repite en Ensayo sobre la ceguera, Todos los hombres y La caverna. Por muy bien escrita que esté, Las intermitencias... -con ese humor corrosivo que proponen sus situaciones absurdas y que le permiten al autor bucear en los comportamientos humanos y en los meandros del alma-, si el lector ha frecuentado la obra de Saramago, esta novela no puede menos que aburrirlo. Si el lector se inicia en la lectura del escritor portugués encontrará en este trabajo un discreto deleite.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina


martes, mayo 23, 2006

¡Chau, loco! Los hippies en la argentina de los '70, de Miguel Cantilo


Los días mágicos

¡Chau, loco! Los hippies en la argentina de los '70, de Miguel Cantilo. Buenos Aires, Galerna, 2004. 174 páginas.

No es extraño que Miguel Cantilo, uno de los fundadores del rock nacional, se abocara a la tarea de escribir un libro fundamental para la historia de la música argentina. El cantante -también poeta y narrador- relata en detalle, con una prosa deliciosa, cómo se fue formando durante los '70 el movimiento hippie a la par que el rock nacional iba tomando forma y fortaleciéndose en torno de El Bolsón, y grupos como Los Gatos, Moris, Pappo, Sui Generis y Spinetta, entre otros. ¡Chau, loco! es imprescindible para quienes quieran saber "cómo vino la mano".

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Diccionario de los lugares comunes, de Gustave Flaubert



Carcajadas homéricas

Diccionario de los lugares comunes, de Gustave Flaubert. Buenos Aires, Libros del Zorzal, 2004. 94 páginas.

Obsesionado desde el principio, dicen que desde su niñez, por las tonterías y equívocos que pueblan las conversaciones y las simplezas de las frases hechas, Gustave Flaubert (1821-1880) comenzó hacia 1840 a escribir su Diccionario de los lugares comunes. Nunca lo terminó porque continuamente le agregaba entradas, siempre en orden alfabético, con las más divertidas definiciones. Burla explícita de la clase media y altas francesas, el autor de Madame Bovary se divertía gloriosamente con su propio ingenio. "Academia Francesa: Denigrarla, pero tratar de ingresar a ella si se puede"; "Fondos secretos: Sumas incalculables con las que los ministros compran conciencias"; "Incógnito: Atuendo de los príncipes cuando viajan"; "Laureles: Impiden dormir"; "Literatura: Ocupación de los ociosos"; "Obrero: siempre honrado cuando no provoca motines". Este raro y delicioso "diccionario", descubierto y publicado en 1961, multiplica al Flaubert novelista.

(c) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Mil historias más, de Héctor Zimmerman


Fresco del habla viva

Mil historias más, de Héctor Zimmerman. Buenos Aires, Aguilar, 2005. 227 páginas.

Mil historias más de frases y palabras que decimos a cada rato, de Héctor Zimmernan, no sólo cuenta con una edición realmente hermosa, sino que resulta una suerte de enciclopedia del habla y la escritura cotidianas desentrañadas con precisión. Organizada con un criterio temático y alfabético al mismo tiempo (por ejemplo, "Adornos y belleza", "Amor y sexo", "Artes plásticas", "Bazar", "Ciencia", "Ciudad", etcétera), esta enciclopedia posee una prosa impecable, tanto por el arte con que están escritas las definiciones y aplicaciones de las palabras, como por una calculada dosis de buen humor. La combinación de ambos talentos hacen que su lectura sea divertida e instructiva al mismo tiempo. Estas Mil historias más son la continuidad natural del primer volumen de Zimmernan acerca del mundo verbal en el que vivimos, su Tres mil historias de frases y palabras que decimos a cada rato. De consulta permanente, ambos libros son, además, refrescantes.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Las perlas rojas, de Alicia Dujovne Ortiz



Del ir y del volver

Las perlas rojas, de Alicia Dujovne Ortiz. Buenos Aires, Alfaguara, 2005. 308 páginas.

Alicia Dujovne Ortiz es una narradora singular por varias razones: es capaz de contar con una visión en stereo anécdotas fundamentales de su propia biografía y de las épocas más conflictivas de nuestro país, con la naturalidad y la profundidad que encierra una buena conversación. En Las perlas rojas, en una suerte de "autoficción" -subgénero en el que están indagando la gran mayoría de los escritores contemporáneos, de W.G.Sebald a Javier Cercas y de Sergio Ramírez a Joseph Roth-, Dujovne Ortiz cuenta la historia de una mujer, ella misma, en la búsqueda de su propio destino. Entre el judaísmo, el criollismo, el comunismo, el amor y el desamor, los sucesivos descubrimientos de la infancia, la adolescencia, la sexualidad, la maternidad, el exilio y la errancia congénitas, el "Que Me Escribe" -como la autora llama a su daimon narrador- va desgajando minuciosa pero ágilmente su vida. La autora de las excelentes novelas Mireya, Anita cubierta de arena y El árbol de la gitana jamás abandona su prosa a la falta de humor. Es capaz de contar la escena más trágica con un sentido oblicuo que se convierte en inevitable risa. Dujovne Ortiz tiene una habilidad y un estilo únicos para hablar del mundo privado de las mujeres con palabras precisas, ojos brillantes y ternura pronta.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

El diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce


La verdad del cínico

El diccionario del Diablo
, de Ambrose Bierce. Buenos Aires, Longseller, 2004. 316 páginas.


Los admiradores del ácido humor de Ambrose Bierce (Ohio, 1842-1913) conocen el secreto de su corrosiva escritura. Trabaja con el absurdo y la sátira pero de una manera casi obsesiva frente a la ciencia, la tecnología, el arte, la liberación femenina y la idea de justicia de mediados del siglo XIX y comienzos del XX. El diccionario del Diablo comenzó a publicarse en 1881 en un periódico semanal hasta 1906, y ese mismo año se editó una parte bajo el título El libro de las palabras del cínico, con gran disgusto de Bierce. Como todo diccionario, recorre el abecedario de la A a la Z con las "entradas" y definiciones insospechadas: "Año: un período de 365 desilusiones"; "Asno: cantante popular con buena voz pero sin oído"; "Boda: ceremonia en la cual dos personas deciden ser una, una acepta ser nada y nada se vuelve soportable"; "Bruto: véase marido"; "Discusión: método para confirmar a los otros en sus errores"; "Mujer: animal que vive usualmente en la vecindad del hombre y que tiene una rudimentaria susceptibilidad a la domesticación". A la manera de Flaubert, con su Diccionario de los lugares comunes, Ambrose Bierce se divierte con sus dardos y se ríe de todo y de todos con una destreza verbal envidiable.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Odas bárbaras, de Giosuè Carducci


Inventar poesía

Odas bárbaras, de Giosuè Carducci. Buenos Aires, Biblioteca 100, 2004. 126 páginas.

Odas bárbaras es la obra maestra de Giosuè Carducci, Premio Nobel de Literatura en 1906. Este libro, además, representa la culminación de la poesía italiana de su época.
Impetuoso pero obsesivo, Carducci (Toscana, 1835-Bolonia, 1907) publicó tres versiones sucesivas de sus Odas bárbaras, cada vez más extensas, debido a que iba agregando poemas. En estas odas, combativas y exaltadas, el poeta se sirve de la evocación del pasado para "ver" el futuro de una nueva Italia. Y lo hace a través de metros clásicos pero transformándolos en lo rítmico de tal manera que los vuelve irreconocibles.
Este minucioso trabajo en la métrica es la que da origen al nombre mismo del libro con un oxímoron: Odas "bárbaras". Este salto hacia el verso libre también le deparó severas críticas "contra la forma". Lo que no sabían sus detractores es que Carducci, reaccionando al romanticismo espiritualista y cristiano de Alessandro Manzoni, estaba construyendo, dando pie, a la poesía contemporánea italiana. Y rescatando, antes que Rubén Darío, las formas y el vocabulario clásicos, sólo para transformarlos en una nueva forma de traducir el mundo.
Respetado crítico y catedrático de la Universidad de Bolonia, Carducci sabía lo que estaba haciendo. Tanto como para convertirse en clásico.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

La Isla de la Pasión, de Laura Restrepo


Otra forma de contar la historia

La Isla de la Pasión, de Laura Restrepo. Buenos Aires, Alfaguara, 2005. 360 páginas.

Laura Restrepo es una narradora notable. La colombiana comenzó a destacar en la literatura hispanoamericana a partir de su novela La novia oscura (1999), publicada por editorial Norma. Luego vinieron La multitud errante (2001), Olor a rosas invisibles (2002) y la notabilísima Delirio, por la cual obtuvo en 2004 el Premio Alfaguara de Novela. No obstante, antes había recibido el Premio Sor Juana Inés de la Cruz por Dulce compañía, de 1997.
La isla de la pasión, de 1989, reeditada por Alfaguara, es su segunda novela. A su contundencia narrativa se le suma el valor de la investigación periodística.
Restrepo parte de una anécdota real perdida en la historia mexicana. Entre 1908 y 1916 el joven oficial Ramón Arnaud, su esposa Alicia y una docena de soldados con sus soldaderas viajan por orden de Porfirio Díaz a la isla Clipperton, una formación volcánica, rocosa y hostil, que Magallanes había bautizado como La Isla de la Pasión, cuatrocientos años antes.
En la convulsionada vida política mexicana de esos años (Porfirio Díaz derrocado y en el exilio, la llegada de Victoriano Huerta al poder, las amenazas de Emiliano Zapata, la Primera Guerra Mundial, la invasión estadounidense a México), todo contribuyó para que ese grupo humano fuera borrado de la agenda de los gobernantes.
Abandonados en La Isla de la Pasión, estos náufragos del destino debieron soportar el hambre, la sed, un huracán, el escorbuto, la muerte, las alucinaciones, los fantasmas, la locura, el caos, el suicidio, la violación, el miedo y el más completo olvido.
Narrada en dos presentes paralelos, el de los protagonistas y el de la escritora que setenta años después entrevista a unos pocos sobrevivientes, a parientes y a un puñado de investigadores del ejército mexicano, Restrepo logra reconstruir la historia real y transformar la crónica de un desastre en una novela que reclama más que una lectura: la vida está llena de naufragios.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

lunes, mayo 22, 2006

Dulce compañía, de Laura Restrepo

Periodismo y literatura

Dulce compañía, de Laura Restrepo. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 243 páginas

Publicada por primera vez en 1995, la novela Dulce compañía resulta el eslabón lógico a todo lo que Laura Restrepo escribió antes y escribiría después. En su producción destaca por ser el nudo de un bien definido estilo: la combinación sutil de una investigación periodística de interés social con buena literatura.
Por Dulce compañía, reeditada ahora por Alfaguara, la escritora colombiana obtuvo hace nueve años el premio Sor Juana Inés de la Cruz que se entrega sólo a novelistas mujeres. Como en la notabilísima La Isla de la Pasión (1989) en la que aborda un momento de la historia mexicana en la que un destacamento militar es olvidado, crisis políticas mediante, en una isla; como en La novia oscura (1999) en la que indaga la vida de un pueblo de prostitutas y obreros del petróleo perdido en la selva; como en la fantástica Delirio (2004) por la que recibió el Premio Alfaguara de Novela al revisar la historia de la Colombia de los ’90 sirviéndose de una poderosa historia de amor, en Dulce compañía se adentra en el resbaloso camino de las creencias religiosas populares. La novela es la crónica de una periodista que ha sido enviada a “cubrir” un milagro a Galilea, el barrio más pobre de Bogotá: ha aparecido un ángel, con alas y todo. Monita, con toda su resistencia de escéptica, va en busca de la nota y va encontrando los personajes más inverosímiles en su camino. Doña Ara, María Crucifija, Sweet Baby Killer, Orlando, el padre Benito, las hermanas Peláez y el Angel, claro, “un ser aterradoramente hermoso”. En su progresiva interacción con la gente del barrio, Monita descubre un mundo completamente nuevo: la necesidad de un “milagro” entre los más humildes, los matices de la apropiación de lo sobrenatural teñido de religiosidad, las múltiples formas de utilización del fenómeno y el enorme poder del fervor popular. Divertida y profunda, aguda y dolorosa, deliciosamente escrita, Dulce compañía resulta una lectura más que interesante.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

domingo, febrero 19, 2006

Historia del Rey Transparente, de Rosa Montero



Sangre y amor cortés

Historia del Rey Transparente, de Rosa Montero. Buenos Aires, Alfaguara, 2005. 534 páginas.

La española Rosa Montero se anima en Historia del Rey Transparente a abordar un tema tan complejo como taquillero: el de la mujer en la Edad Media. La autora se sirve de las peripecias de Leola para adentrarse en el difícil territorio de la novela histórica. Leola, una joven y desamparada campesina francesa, al término de una batalla entre dos señores feudales, roba la armadura de un caballero, se la coloca y decide salir a los caminos protegida por ella. Esto la lleva a esconder su condición de mujer. Con la fiel compañía de Nyneve, una mujer que se dice bruja, aprende el arte de la caballería, disputa torneos, se convierte en un feroz guerrero y en prudente orador. Bajo este disfraz aprende a leer y a escribir, padece todos los placeres y dolores del amor y va recorriendo la Francia del siglo XII. Estos recursos son los que usa Rosa Montero para contar interesantes detalles de la vida cotidiana medieval, para narrar el nacimiento y difusión de cátaros y albigenses y para detenerse en las reglas del "amor cortés". Sin ser una gran pieza literaria, la autora logra una entretenida novela de aventuras.

(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina