lunes, septiembre 25, 2006

Las películas de mi vida, de Alberto Fuguet


La vida desde una butaca


Las películas de mi vida
, de Alberto Fuguet. Santiago de Chile, Alfaguara, 2004. 386 páginas.


Con precisión, el chileno Alberto Fuguet insiste en Las películas de mi vida en lo que ya, después de un libro de cuentos y tres novelas, son sus obsesiones: el cine, las relaciones familiares, la búsqueda de sentido. En primera persona, con metatextos intercalados (curriculum vitae, textos de e-mails, fichas de películas y cronogramas de viaje), esta novela tiene como protagonista a Beltrán Soler, un sismólogo obsesivo compulsivo que, en vuelo desde Santiago a Japón, pierde la combinación en Los Angeles. Una conversación telefónica con su hermana, un diálogo casual en el avión sobre viejas películas y un temblor que remece California provocan en Beltrán tal estremecimiento que lo obliga a abandonar sus planes inmediatos y a rebobinar toda su vida. Una lista de 50 películas, desde la primera que vio cuando era niño (La leona de dos mundos, en 1966) hasta la juventud (Una mujer descasada, en 1988), pasando por clásicos como Terremoto, Aeropuerto 77 o Encuentros cercanos del tercer tipo, le sirve al protagonista para relatar/se y de paso hacer un poco de crítica de cine. Lo interesante de la novela es que Fuguet se permite la autorreferencialidad, y lo hace bien, al permitir que la biografía de Beltrán coincida en buena parte con la suya: la Los Angeles de la infancia, el inglés, el descubrimiento del cine, el Chile remoto, el regreso familiar a Santiago, la dictadura de Pinochet, el aprender a hablar castellano, la escuela. Fuguet hace que su protagonista recuerde en estéreo a Los Angeles y a Santiago, a sus familias materna y paterna, a su infancia de allá y su adolescencia de acá. Con continuos play backs y diálogos de guión, Las películas... resulta divertida y abierta a múltiples lecturas.


(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

El Urogallo, de Michel Tournier


Las crueles delicias del amor


El Urogallo
, de Michel Tournier. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 352 páginas
.

Además de ser una codiciada presa de caza, el urogallo –ave que da nombre a esta serie de cuentos de Michel Tournier– es una suerte de sinónimo con plumas del típico supermacho latino.

Publicados originalmente en 1978 y editada en Argentina por Alfaguara, todos los cuentos de El Urogallo están atravesados por un sutil y despiadado erotismo que muestran las diversas máscaras, rituales y palabras que adoptan hombres y mujeres para amar y ser amados. El celebrado Michel Tournier (París, 1924), experto en el arte de desentrañar las paradojas y contradicciones del amor, indaga en estos cuentos la naturaleza de la pulsión amatoria, la necesidad del reconocimiento por parte del otro, en distintas situaciones y a distintas edades, con una escritura tan atractiva como punzante. Entre los textos de El Urogallo destaca "Amandine o los dos jardines", un relato iniciático, en el que una nena de 10 años descubre los conceptos de orden y desorden, de doméstico y salvaje y la sexualidad a través de la relación con sus gatos. Escrito en primera persona a la manera de un diario, el autor, con enorme sutileza y sirviéndose de un arsenal simbólico, descorre el velo ante un tema censurado como es la sexualidad de los preadolescentes. Otro cuento notable es "Los sudarios de Verónica", en el que una fotógrafa, en su afán de apoderarse a través de su cámara de los juegos de la luz sobre la piel de sus modelos, termina desbordándose a sí misma, matando a su objeto del deseo y perdiendo su alma. Narrado en tercera persona, rozando lo grotesco sin tocarlo, Tournier ofrece además brillantes reflexiones sobre la fotografía. "La muchacha y la muerte", "El fetichista" y "Tristan Vox" son también relatos notabilísimos. "El Urogallo", cuento que da título al volumen, es una obra maestra. Un barón, casado con una gran dama, un viejo gallo macerado en batallas de alcobas ajenas, asiste sin resignarse a la decadencia de su virilidad. Atrapado entre una amante de emergencia para su última aventura amorosa y la inteligente venganza de su esposa por tantos años de infidelidad, lo harán ver su vida bajo una nueva perspectiva. Simplemente, notable.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Las aventuras del caballero Kosmas, de Joan Perucho


Fantasía en castellano


Las aventuras del caballero Kosmas, de Joan Perucho. Barcelona, Edhasa, 2003. 249 páginas.

Joan Perucho (Barcelona, 1920-2002), maestro de la literatura fantástica española, es autor de una de las obras más insólitas de las últimas décadas. Traducido a más de 25 idiomas y comparado con Italo Calvino, Jorge Luis Borges, Lewis Carroll o Alvaro Cunqueiro, el escritor, poeta y juez falleció en octubre de 2002. Meses antes, Edhasa había comenzado a reeditar en castellano sus novelas y ensayos, por las cuales Perucho había recibido ese mismo año el Premio Nacional de las Letras Españolas al conjunto de su obra, entre otras importantes distinciones.
Seguidor confeso de Apollinaire, Aleixandre y Ramón Llull, desde sus primeros libros Joan Perucho (o Juan, pues se consideraba un escritor bilingüe y firmaba de ambos modos) apostó por un tipo de literatura caracterizada por la imaginación, la fantasía, el humor y el lirismo.
De allí, que Perucho afirmara siempre que, por encima de todo, se sentía poeta. Esa magia se traslada a sus novelas como Libro de caballerías (1957) e Historias naturales (1960). Ambas representaron raras joyas en medio del panorama literario español dominado por el más romo realismo social. En años posteriores, se añadiría Las aventuras del caballero Kosmas (1981), novela bizantina, por la cual recibió el Premio Nacional de la Crítica.
En su universo fantástico desfilan presencias inquietantes, figuras huidizas y pasajes que emergen de los sueños. Las aventuras del caballero Kosmas alucinante relato de un viajero bizantino acompañado por un autómata de su creación y de varios santos célebres es una pieza en la que la erudición y la fantasía, la ficción y la realidad se mezclan de manera originalísima en la búsqueda de la disolución de las fronteras entre los géneros.
Ante tanta literatura fantástica predominantemente anglosajona, la propuesta de Perucho resulta sorprendente y exquisita.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Los animales salvajes, de Griselda Gambaro


Más que humanos


Los animales salvajes, de Griselda Gambaro. Buenos Aires, Norma, 2006. 160 páginas

Griselda Gambaro acaba de publicar Los animales salvajes, un libro de relatos en los que se sirve del significado simbólico de las especies.


Libro a libro, Griselda Gambaro confirma una y otra vez por qué es una de las escritoras argentinas contemporáneas más interesantes.No sólo se trata de su notable manejo del lenguaje, sino de su capacidad para extraer de la anécdota más nimia una historia atractiva, original, despiadada y siempre denunciante. En Los animales salvajes la autora se sirve las figuras de animales -el rinoceronte, el tigre, el cocodrilo, la jirafas, las moscas, las águilas, entre muchos otros-, para reelaborar a la manera de fábulas sus constantes preocupaciones vitales y estéticas: la exploración de los bordes del alma, de los suburbios de las ciudades, de los límites culturales, de las prolongaciones del amor, de la categoría extraterritorial de la escritura, del poder salvador de la poesía y la resistencia a todo tipo de censura que represente falta de libertad. La notable narradora y dramaturga argentina vuelve en estos relatos a sus complejos personajes en los que la marginalidad, la pobreza, la violencia, los prejuicios y la crueldad de las condiciones en las que deben vivir son una cárcel mental de la que sólo pueden escapar a través de los sueños. O de la fábula. Gambaro le dio batalla a la ignorancia de los censores con la mejor literatura. Su novela Dios no nos quiere contentos es una prueba de ello. Los animales salvajes también. Porque el hecho de servirse de los significados simbólicos que entraña la figura de uno u otro animal le sirve a Gambaro para insistir -siempre buscando una fórmula nueva- tanto en los secretos del territorio de la palabra como de sus más constantes preocupaciones: la miseria, el desamparo, la falta de sentido de la injusticia, el miedo ante la inminencia de la muerte, la fuerza de la generosidad y de las acciones conjuntas. Estos animales, transfigurados en humanos, hablan de la soledad, de la melancolía, de la violencia, de la imperiosa necesidad de belleza. Sin rendirle tributo a ningún animal en particular, lo que logra Gambaro a través de estas mistificaciones es denunciar todo el abanico de las conductas humanas. Con poesía, con magia, con ironía.

(C) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Donde yo no estaba, de Marcelo Cohen


Marcelo Cohen impone su estilo innovador

Donde yo no estaba, Marcelo Cohen. Buenos Aires, Norna, 2006.
726 páginas.

En Donde yo no estaba, su última novela, analiza desde la ciencia ficción los problemas sociopolíticos de un país que podría ser el nuestro.
Marcelo Cohen no deja de sorprender libro a libro. Y no sólo por la excelencia de su prosa y de sus cualidades narrativas, sino por la perfección de su plan estético. Cohen (Buenos Aires, 1951) es uno de los grandes escritores de ciencia ficción en castellano y uno de los más inquietantes renovadores del género. A través de su obra –El sitio de Kelany, El testamento de O’Jaral, El oído absoluto, Hombres amables y Los acuáticos, entre otros títulos–, Cohen ha ido construyendo un mundo narrativo cerrado, enmarcado en una atopía que, sin embargo, nos resulta molestamente familiar. Al mismo tiempo, su prosa –en consonancia con este plan de ubicar sus cuentos y novelas en lugares imaginarios y en tiempos levemente desplazados a un futuro posible– también rebosa de un vocabulario en el que conviven exquisitos arcaísmos y neologismos del castellano en una redacción límpida y, literalmente, encantadora. Este encanto se transmite a los motivos y temas de su exploración literaria: la ciencia ficción de Cohen es una proyección de los problemas humanos (domésticos, existenciales, religiosos, estéticos, administrativos, familiares, afectivos) de una persona cualquiera. En Cohen la presencia del ingrediente tecnológico y científico es mínimo; su ciencia ficción es sociopolítica. En su última y monumental novela, Donde yo no estaba, el protagonista, Aliano D’Evanderey, es un comerciante al por mayor de lencería, padre de dos hijos adolescentes y esposo de una curadora de un museo. Un día le diagnostican un tumor maligno en el cerebro y las cosas empiezan a cambiar. Narrada en primera persona, a la manera de un diario personal, la acción avanza, se detiene y vuelve a avanzar a grandes pasos ideológicos, porque Aliano se ve envuelto en los conflictos de la política de la Democracia Gentil, de la religión del Pensar y la vieja creencia del Dios Solo, de las crisis económicas, de la adicción a la Panconciencia, de la tentación de la droga Todolvide y de los avatares del trimonio (el matrimonio de tres). Pleno de poesía e imaginación, Cohen propone otra literatura. Una literatura que ve, cuenta y señala desde un rico desplazamiento formal los conflictos humanos de siempre.

(C) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Escritos imprudentes II, de José Pablo Feinmann


Acerca de la identidad nacional


Escritos imprudentes II. Argentina, América Latina y el imperio global,
de José Pablo Feinmann. Buenos Aires, Norma, 2005. 435 páginas.

Para muchos, Feinmann es un intelectual irregular en cuanto a sus análisis parciales de la realidad. Para otros, es una mente brillante que baja línea con solvencia y no menos elegancia de la cual se puede aprender a abordar un mismo tema desde varios puntos de vista. Y para otros es un interlocutor que no le teme a la polémica y que no se amilana frente a ningún desafío. En esta nueva entrega de sus
Escritos imprudentes, José Pablo Feinmann (Buenos Aires, 1943) se concentra en los temas y problemas urgentes de nuestro país y de América Latina. Así, Kirchner, la crisis, el desempleo, la deuda externa, la inseguridad, Blumberg, el desmantelamiento de la ESMA, Lula Da Silva, Chávez, la pervivencia de la figura del Che Guevara, Toni Negri, entre otros temas y figuras son tomados por el ensayista para formular hipótesis sobre el nuevo peronismo y refrendar la “nueva política” del presidente Kirchner. Feinmann tampoco deja de lado discusiones filosóficas fundamentales en torno de autores como Kant, Hegel, Sartre y Voltaire, ni reflexiones sobre íconos del cine de Hollywood como Superman o Shrek. El primer tomo de Escritos imprudentes revisaba los contenidos sociales y políticos de los últimos quince años. Ahora Feinmann se lanza sobre los últimos tres años de la Argentina a través de ensayos y artículos publicados en distintos medios gráficos desde 2002 hasta hoy. Polémicos pero nutritivos, estos Escritos imprudentes consiguen lo que quieren: hacer pensar.

(C) Patricia Rodón Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

El caos, de Juan Rodolfo Wilcock


Profunda inquietud

El caos, de Juan Rodolfo Wilcock. Buenos Aires, Sudamericana, 2004. 260 páginas.

J.R. Wilcock (1919-1978) es uno de los escritores argentinos que hicieron de la inquietud y de la provocación un estilo vital.

Sus seductoramente extrañas narraciones están atravesadas por la deformidad en cualquiera de sus manifestaciones: desde lo aparencial y físico de una situación o de un personaje a la compleja textura de una mente alucinada, “extraviada” en un mundo paralelo. Todas sus obras indagan en el concepto de lo monstruoso en su sentido etimológico: “monstruo” significa “advertencia”. Wilcock investiga cómo esos seres hablan desde una realidad fantástica para delatar enfermedades sociales de ésta. La reedición que editorial Sudamericana está realizando de sus obras resulta más que necesaria. Así, El caos, publicado originalmente en 1974 en la colección El Espejo –que dirigía entonces Enrique Pezzoni—, permite redescubrir a un Wilcock complejo pero clarísimo en esta búsqueda por contraste de la verdadera naturaleza humana. Afirmaciones como “la tendencia natural de las cosas es el desorden” o “nadie puede soportar demasiada realidad” salen de la boca de los personajes de los cuentos de El caos. En “Los donguis”, uno de los cuentos, construye una inquietante evocación de la ciudad de Mendoza y de la cordillera, cuya lectura se convierte en puro placer.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina