sábado, julio 29, 2006

Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa


Vargas Llosa se luce otra vez

Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 375 páginas.

En Travesuras de la niña mala, el escritor peruano relata una extraña y compleja historia de amor, manejando con maestría la prosa, el humor y la psicología.


En el mejor registro de sus primeras novelas, Mario Vargas Llosa “retoma” en
Travesuras de la niña mala su lacerante sentido del humor y sus despiadados retratos de la historia social, política y económica de Perú con una prosa tan atractiva como impecable. También regresa a sus “antihéroes”, al estilo de Pantaleón, el de las visitadoras, o el escribidor de la tía Julia. Personajes que, a propósito, rozan el estereotipo y la caricatura, pero que Vargas Llosa “salva” gracias a un estricto y complejo plan narrativo que los va matizando y haciendo evolucionar a través de la novela por medio de sutiles detalles. Recientemente publicada por Alfaguara, Travesuras de la niña mala cuenta una extraña historia de amor que comienza en los años ’50 del siglo XX. El amor irracional que siente Ricardo Somocurcio a lo largo de más de 40 años por una mujer que tendrá varios nombres y mil caras. Ricardo, de niño, se deslumbra con la llegada a su barrio de clase media de una niña llamada Lily, que decía ser chilena. Intenta ser su enamorado, pero ella lo rechaza sin descartarlo del todo. Hasta el día que se produce una catástrofe: se descubre la verdadera identidad de Lily y esta desaparece del barrio. El recuerdo de esta niña acompañará a Ricardito -siempre ella lo llamará con este diminutivo, en una mezcla de cariño y desprecio- como una enfermedad crónica. Hábil con los idiomas y estudiando en París, el único lugar del mundo en el que este “peruanito” quería vivir, Ricardo se especializa en el traductorado. Han pasado los años y la revolución cubana está en su clímax. En la capital francesa un grupo de revolucionarios sueña con concretar lo mismo en Perú, en tanto reclutan a jóvenes disconformes y los envían, en secreto a recibir entrenamiento en Cuba. Por casualidad, Ricardo vuelve a encontrarse con Lily, quien ya se no se llama así, sino que lleva un nombre de guerra, camarada Arlette. Rendido ante ella, víctima del incesante e histérico coqueteo de la “niña mala”, le pide que se case con él, pero ella vuelve a rechazarlo. Esta situación, estos encuentros/desencuentros, esta dependencia amorosa de Ricardito, al que ella llama “niño bueno”, se repetirán una y otra vez a lo largo del tiempo. En París, en Londres, en Tokio, en Madrid, ella cada vez con un nombre distinto pero con el mismo caprichoso comportamiento para con su devoto amante. Convertida en su obsesión, él la perseguirá, querrá morir, querrá hasta matar por la camaleónica “niña mala”, mezcla de huerfanita perdida y femme fatale. En tanto cuenta esta historia de amor, Vargas Llosa describe las épocas y los lugares en los que tienen lugar los romances y los abandonos de la pareja. Así, repasa los 50 últimos años, tanto de la historia peruana como de los grandes hitos políticos y sociales de Europa. Sobre todo se detiene en la vida que los emigrados, los “expulsados” de Perú llevan en los países en los que tratan de inventar un futuro. Llena de acción, Travesuras de la niña mala resulta una novela tan entretenida como inquietante.

(c) Patricia Rodón

Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina

Ficciones del interludio, de Fernando Pessoa


El placer de buscar

Ficciones del interludio, de Fernando Pessoa. Buenos Aires, Emecé, 2004. 509 páginas.

“No soy yo quien describe. Soy el lienzo/ Y, oculta, una mano colorea a alguien en mí”, dice en un poema el enorme poeta portugués Fernando Pessoa. Y efectivamente, Pessoa es quien creó otras voces y otros poetas de sí mismo porque necesitaba identidades literarias diferentes para abordar ciertos temas desde otras almas. Para Pessoa, sus heterónimos -Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Alvaro de Campos y Bernardo Soares- son sencillamente otros modos de ser. Ficciones del interludio (1914-1935) es una antología personal, preparada por el propio Pessoa para su publicación, y reúne lo que él consideró los mejores poemas de sus heterónimos y de sí mismo. En esta hermosa edición bilingüe, traducida por Santiago Kovadloff, los placeres de las búsquedas líricas de Pessoa se amplifican hasta la emoción por la sensación de compartir y cruzar con el poeta y sus yoes el umbral afónico de la poesía.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO de Mendoza

El matrimonio amateur, de Anne Tyler


Historia de un amor batallado


El matrimonio amateur, de Anne Tyler. Buenos Aires, Alfaguara, 2005. 419 páginas.

Anne Tyler es una de las grandes narradoras estadounidenses contemporáneas. Autora de una veintena de novelas, su secreto reside en la maestría con que relata las historias más cotidianas, las cosas que le pasan a la gente común, transformando una anécdota en una pieza maestra de la observación. En El matrimonio amateur, Tyler cuenta la compleja relación marital de una pareja como cualquier otra y las consecuencias de ese vínculo a lo largo de tres generaciones. Pauline y Michael se conocen, se enamoran en 1941, poco después del ataque a Pearl Harbor, y se casan. Ella es optimista, voluntariosa, temperamental y divertida. El es más realista, rutinario, prudente y aburrido. Esas diferencias harán de su matrimonio una constante batalla donde los gritos, las recriminaciones, las peleas y sus respectivos arrepentimientos y reencuentros describen la misteriosa hipérbole del amor. En este clima de hostilidad, dependencia y profundo afecto la pareja tiene tres hijos que aprenden, en distintos grados, a diferenciarse de sus padres para no repetir sus errores. Esos hijos, sin embargo, repiten los modelos, aman, cometen sus propios errores y tienen a sus propios hijos. El matrimonio amateur en realidad, como indica el mismo título, cuenta la historia de cualquier matrimonio que va descubriendo que el amor no dura para siempre y que sostener una pareja implica “negociar” constantemente. Heredera de la más pura tradición realista norteamericana, Tyler destaca por la limpia precisión de su prosa sin pretensiones, por su destazante mirada sobre las relaciones humanas y por su exquisita observación sobre el universo de lo íntimo.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO de Mendoza

viernes, julio 28, 2006

Piercing, de Viviana Lysyj

Mujeres y espejos

Piercing, de Viviana Lysyj. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 211 páginas.

En su primera novela, la narradora argentina Viviana Lysyj intenta, con buenas ideas y buena prosa, retratar el universo femenino -y argentino- de un grupo de mujeres que van desde los 12 a los 40 años.
Piercing relata con un gran sentido del humor y fuertes dosis de ironía. Lysyj se adentra en la vida de tres hermanas que, hijos, maridos y novios mediante, van inventándose todos los días.
Lysyj se sirve de la diferencia generacional para poner en primer plano las dificultades que cada etapa de la vida depara a las mujeres. Los complejos y no poco dolorosos tránsitos de la niñez a la adolescencia y luego a la juventud de las mujeres son los que resultan mejor logrados desde el punto de vista narrativo. Impecable e implacable, la autora destaza lo intraducible de la psicología femenina: las relaciones afectivas, el deseo, el primer amor, el ejercicio del sexo, los cansancios del matrimonio, los desencuentros de pareja, los anhelos por una vida completa en lo afectivo, en lo familiar, en lo profesional. Y para ser su primera novela, lo hace bien.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO de Mendoza

Voces del desierto, de Nélida Piñon


Una larga noche

Voces del desierto, de Nélida Piñon. Buenos Aires, Alfaguara, 2006. 312 páginas.

Maestra de la sutileza y de la insinuación, la escritora brasileña Nélida Piñon crea en Voces del desierto un mundo tan complejo como rico en exotismo.
La premio Príncipe de Asturias 2005 reelabora la línea argumental del clásico Las mil y una noches, pero desde el punto de vista de Scherezade y de su hermana, las verdaderas heroínas de la historia principal.
Piñon, con un sabio manejo del erotismo, relata por qué Scherezade, la hija del visir, decide casarse con el sanguinario sultán quien, en venganza ante la traición de su esposa, desposaba todos los días a una doncella y todos los amaneceres la mandaba a matar. Sólo Scherezade, gracias a su excepcional talento narrativo, logra seducir intelectualmente al sultán y atraparlo en sus historias. Aquí, Piñon se pone en el cuerpo y en la mente de Scherezade para describir sus intenciones, sus cansancios, su adicción a las buenas historias, su amor por la palabra.
Voces del desierto logra que los murmullos de alcoba alcancen una magnitud plural.

(C) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO de Mendoza