
Carcajadas homéricas
Diccionario de los lugares comunes, de Gustave Flaubert. Buenos Aires, Libros del Zorzal, 2004. 94 páginas.
Obsesionado desde el principio, dicen que desde su niñez, por las tonterías y equívocos que pueblan las conversaciones y las simplezas de las frases hechas, Gustave Flaubert (1821-1880) comenzó hacia 1840 a escribir su Diccionario de los lugares comunes. Nunca lo terminó porque continuamente le agregaba entradas, siempre en orden alfabético, con las más divertidas definiciones. Burla explícita de la clase media y altas francesas, el autor de Madame Bovary se divertía gloriosamente con su propio ingenio. "Academia Francesa: Denigrarla, pero tratar de ingresar a ella si se puede"; "Fondos secretos: Sumas incalculables con las que los ministros compran conciencias"; "Incógnito: Atuendo de los príncipes cuando viajan"; "Laureles: Impiden dormir"; "Literatura: Ocupación de los ociosos"; "Obrero: siempre honrado cuando no provoca motines". Este raro y delicioso "diccionario", descubierto y publicado en 1961, multiplica al Flaubert novelista.
(c) Patricia Rodón
Publicado en Diario UNO, Mendoza, Argentina
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