Hombres y mujeres del riel
El tren pasa primero, de Elena Poniatowska. Buenos Aires, Alfaguara, 504 páginas.
La escritora Elena Poniatowska ganó el Premio Rómulo Gallegos de este año con su novela El tren pasa primero, donde cuenta, en clave literaria, la historia del movimiento ferrocarrilero mexicano a partir de las huelgas de 1958.
Combinando sus mejores registros, el literario y el periodístico, la escritora mexicana Elena Poniatowska obtuvo en junio de este año el Premio Rómulo Gallegos, uno de los galardones más importantes en lengua castellana, por su novela El tren pasa primero.
La novela cuenta la historia del movimiento ferrocarrilero mexicano a partir de las huelgas de 1958 y 1959, en las que los "hombres del riel" detuvieron el país para luchar por sus derechos y protestar la represión masiva por parte del gobierno y el encarcelamiento de sus líderes.
En el centro de esta historia se encuentra Trinidad Pineda Chiñas, el protagonista, el gran líder sindical, en torno de cuya figura se van desarrollando los hechos y constituyéndose el resto de los personajes.
Así, quien muestra su piel, su voz y sus sueños a través de Trinidad es Demetrio Vallejo Martínez, célebre dirigente ferrocarrilero considerado como el gran defensor de la democracia sindical mexicana.
Una de las notas más atractivas de El tren pasa primero es la calidad de la descripción socioeconómica y psicológica de los ferrocarrileros, su temible amor por los trenes, el orgullo de clan que no vacilaban en ostentar, las fortalezas y debilidades de un grupo social con un mundo propio.
Varias mujeres en torno de Trinidad -su esposa, su sobrina, su "novia", su madre, sus hermanas- van dando cuenta de cómo vivían las mujeres mexicanas en los '50 y '60, debatiéndose entre las viejos mandatos machistas y el ansia de liberación.
En este aspecto, Poniatowska pone especial atención al mostrar el mundo femenino no sólo en torno de la vida del ferrocarril, sino en las distintas ciudades y pueblos en los que vive la novela.
Quizás excesiva sin necesidad -la obra tiene casi 500 páginas-, El tren pasa primero tiene el enorme mérito de la recreación literaria de un momento histórico muy importante en la vida mexicana.
Los aspectos más privados de Trinidad -específicamente, su vida amorosa- resultan menos atractivos que el contexto en el que se desarrollan, ya que las verdaderas protagonistas de esta zona personalísima del líder sindical son las mujeres que lo amaron con mayor o menor felicidad.